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jueves, 5 de febrero de 2015

Solías ser

Y así eras tú, hasta que empezaste a hacer caso a lo que te dicen, al qué dirán, al qué pensarán, y cómo se lo van a tomar.

Tú, que siempre manejabas tus muñecos, ahora te manejan a ti.
Tú, que no planificabas nada y te gustaba hacer tonterías, ahora planeas cada segundo de tu existencia y hace mucho que no ríes, corres o saltas porque te dijeron que había que ser serios y formales, van a pensar de ti que no tienes educación, y no te van a querer en ningún curro basura.

Los peinados tienen que ser formales, sin destacar. Tu forma de vestir debe ser la del resto, no piensen que eres un bicho raro, tu objetivo es encajar y esforzarte por encajar.
¿Éxito? Si hay suerte, lo conseguirás; pero mejor no, van a pensar que vendiste tu alma al diablo, en quien además debes creer. Es posible triunfar, salvo si eres tú, claro.

¿Ligar? Una pérdida de tiempo. Si aparece alguien que te quiera, tened relación formal y hazte a la idea de que la llama del amor se irá con los años y quedará una base de confianza, costumbre, y miedo al cambio, que os hará estar entretenidos pagando una hipoteca enorme por una casa en la que apenas te cabe la bici que no usas.

Los jóvenes que visten distinto son peligrosos y traman algo, bajo ningún concepto simpatices con ellos.

Y esa es tu vida, hasta que un día te hartas y te encierras en una vitrina, recordándote. Tú antes molabas...
Ahí te quedas, sin moverte en ningún momento.
Mueres, pero sabiendo quién eres.

lunes, 27 de octubre de 2014

Puntos del camino

Entonces lo entendí todo:
De pequeño creía en un yo con muchos más años, que vivía en una especie de mundo paralelo, de vez en cuando le preguntaba cosas sobre mi futuro, su presente.
Le pedía que me hablase y ver lo que estaba haciendo en ese momento, incluyendo su ropa y su voz.

Cosa de locos, pero alguna noche que otra tenía visiones:
Un chico de mediana altura, gafas, media melena, ropa ancha y barba. Encima de un escenario soplándole a un tubo plateado lleno de plataforma del tamaño de la yema de un dedo y tapaban los agujeros del tubo, mirando al infinito.

También una en la que salía el mismo chico rodeado de gente por un camino por la noche, llevando una garrafa con un líquido oscuro y hablando con alguien a su derecha, el cual parecía prestarle bastante atención. ¡Ahh, y también recuerdo a esa persona, quien deduje ser yo, en una piscina rodeado de gente!

Es ahora cuando lo entiendo, pero no era como me lo imaginaba. Yo me veía en la cima del mundo, sin dificultades y siendo el rey de todo lo que me rodeaba; pero no era así.

Conforme me han pasado esas cosas de mis visiones infantiles se las he ido pasando, no se cómo, sólo que se las envío, a un yo pequeño e inexperto. Alguien en quien creo, alguien que vive en una especie de mundo paralelo, de vez en cuando me pregunta cosas sobre su futuro, mi presente.

sábado, 9 de agosto de 2014

Lo que yo no vi

Todo quedó hecho un desastre cuando morí, aunque me joda admitirlo, el mundo no se desordenó demasiado.

Mi madre pasó seis años tomando antidepresivos, pudo hacer vida normal; mis hermanos lo superaron al par de años.
La chica de la que me enamoré se enteró al par de semanas, dijo que le daba igual; dos semanas sin dormir.

Pude ver desde el otro barrio por qué esa chica no me hacía caso, y era simple, pero estaba tan ciego que no lo quise ver.

No quedó nada de mi, un ramo de flores de plástico, el recuerdo de mis últimos sufrimientos y un eterno hueco, flores ya marchitas, una tumba más.

sábado, 26 de abril de 2014

Castillo de hielo

Despierto boca arriba sin recordar muy bien quién soy, y lo primero que hago es llorar por seguir vivo. Estaba claro que nadie me iba a hacer quitar las manos de la cara.
Caminé lo poco de cuesta que quedaba con el viento en la cara. En lo alto, alzado orgullosamente estaba el castillo de hielo, desafiante, elegante y esbelto.
No lo sabía exactamente, pero estaba seguro de que dentro habría algo valioso. No la felicidad, pero una forma inmediata de alcanzarla, tenía que arriesgarme.

Me acerqué a la puerta, intenté por todos los medios ablandar tan duro impedimento. En vano lo intenté, lo juro, hasta que no me quedaron fuerzas, pero no conseguí absolutamente nada; ahora luchaba para no morir de frío ante la impasible presencia de todo ese hielo, me acurruqué al lado y miré al cielo como si fuese la primera vez que nos hubiéramos visto, soñando.

viernes, 18 de abril de 2014

Cuando sonó el despertador...

Cuando sonó el despertador, yo todavía seguía pensando en ello. No recordaba si había llegado a dormirme en algún momento, ya con la sensación de cada mañana de estar haciendo el gilipollas, ya con ese odio hacia mí y hacia el resto.

Pero no quiero dormir, sueño con velas encendidas y se apaga una en cada sueño. No, yo me quedo despierto, hoy no me quiero dormir, y así siempre, sincronizado con el sol.
Es extraño, el cuerpo me pide descanso y la mente no.
No, no voy a irme a la cama, aunque me haga parecer arisco y amargado por el día; me encantaría sonreir y no parecer tan serio, pero me cuesta tanto que cuando quiero darme cuenta, es demasiado tarde. No me lo tomes en cuenta.

Miles de amaneceres han pasado por mis ojos, puestas de sol incluso, y miles de silencios mortales han llenado mis oídos, ¿por qué iba a irme a la cama?
Ya me he acostumbrado al dolor de ojos y a la sensación de estar al borde de la muerte; pero pase lo que pase, no quiero dormirme.

martes, 8 de abril de 2014

De ella ví

Bajo las escaleras como cualquier otro día, con los aires de cualquier día. Ella detrás, puedo notarlo desde hace rato. De pronto se pone a mi lado, pero, ¿no había vivido ya esto: estos nervios por decirle algo, la velocidad exacta de mi pulso, esta sensación de saber lo que va a pasar? Ver su cara de despreocupación, saber que no se me nota nervioso... Sí, esto ya lo había vivido antes.

Esa sensación de que ambos hemos reparado en la existencia del otro en ese mismo instante y sabemos que si uno de los dos se atreve a dar el paso se va a iniciar una de esas conversaciones que son tan estúpidas como fáciles de prolongar con cualquier chorrada, no importa cuál, con el pensamiento de "esto no me enseña nada, pero me encanta hablar conmigo".

Debe ser eso, ya habré vivido eso de llegar a casa y no comer inmediatamente por ponerme a escribir, el tener una idea de la historia que voy a escribir y querer vivirla antes de escribirla.
Esto ya lo he vivido, seguro.

martes, 25 de marzo de 2014

24, ¿recuerdas?

Hola, ¿Me recuerdas? Soy yo, el que fingió que le gustabas para vacilarte, el que le contó rato después a su mejor amiga que le habías acabado gustando de verdad. Soy ese gran gilipollas que descansó como un dios esa noche porque le.diste las buenas noches de corazón y con ternura.
Exacto, soy el que se fijó en ti al ver tus piernas y tu pelo; el que adoraba que le susurrases "aay... Qué chico", al que le dio un bajón al enterarse de que otros había ya por ti. El que tuvo que ser motivado para luchar por lo que deseaba, el que te "engañó" para aislarte con la excusa de cantarte un tema de rap y acabó declarándose con el corazón tan acelerado que cada latido de marcaba en la voz, el que escribía que lo nuestro sería "heterno".
Recién entrado el 24 de Marzo empezó todo, ¿recuerdas? No hubo término medio para mi ánimo, ni para mi motivación, ni para mi inspiración, ni para mi odio hacia mí mismo... ¡Estaba enamorado, maldita sea! Tanto que ni me di cuenta de que lo estaba.
¿Recuerdas, mi niña? Te dije mi primer "te amo" a la semana, con la forma más tonta que encontré. Creo que nunca nunca llegaste a apreciarlo, no supiste el sagrado significado que esa palabra tiene para mi.
¡Me cago en la puta, eras la chica más guapa que había encontrado en mi vida! Iba por los pasillos del instituto mirando al techo. Normal, no quería volver a mirar a otra mujer que no fueras tú. Créeme, esto sucedió literalmente y a rajatabla.
Te recuerdo como te gustaría: sonriente, con esas gafas de sol que tanto misterio daban, con el gesto de satisfacción por mi parte por poder al fin tocarte, verte sin la mala calidad de una webcam. Yo había muerto de amor y el cielo era tu presencia.
Todo esto después de una noche sin poder dormir, despertando cada 5 minutos pensando en tu nombre. Después de despertar a las 12 sin saber qué hora era, con la sensación de que iba a llegar tarde a verte y carente de energía para levantarme inmediatamente de la cama.
Sobra decir que para entonces todas las canciones que escuchaba me recordaban a ti, lo cual daba magia a mis cascos.
Eso es, Andrea, me dejaste poco después de mi cumpleaños, y así fue como perdí un año pensando en lo que fuimos, en un utópico futuro, en qué hacer con lo que quedaba de mi. Así fue cómo la noche de tú dejarme fue todo lo contrario a la primera de conocerte. No podía dormir si no me acordaba de tus caricias en la barbilla.
Me acordaba de los besos que nos dimos, de aquél que jodí por no callarme a tiempo, de las tonterías que hice para pasarlo mejor,y de esa hostia/caricia que me diste por pasarme de tonto.
Me sobraba tiempo por las noches, así que a menudo lloraba, incluso llegué a decidir que para vivir sin ti era mejor no vivir.
Eso sí, no tuve cojones a... Bueno, ya sabes.
No creas que soy tonto, también me recuerdo volviendo la vista para verte marchar.
Quedamos una segunda vez, ¿recuerdas, querida? Tú callada y yo luchando por resucitar esto.
Pienso que de siempre me creiste tu marioneta, tu muñeco de trapo, el subnormal que te amaría por siempre. No voy a ocultarlo, tenías razón aunque no lo pensaras.
Ya sé que no vas a volver, por subnormal coñazo y, podría pensar que me has sentado en el banquillo, pero para ello tendría que haber estado alguna vez en el equipo, ¿No crees? Estoy lejos, tan lejos...

He fantaseado muchas veces con que me vieras en la tele como un súper músico, o en dejarme caer "por casualidad" por tu ciudad y buscarte; así sigo siendo.
Años después, sigo loco por ti, por tu pelo, por las que se parecen a ti, por tu nombre...

Eres una de las hijas de puta más grande que he visto en mi vida, tal vez es que eso con tu carácter suave me hace orbitar a otro mundo.
Eres la primera a la que le dije esto, así que será se nuevo como quitarle el precinto a esta frase.

Para mí decirla a alguien es como decirle que si me ofrecen tirarlo todo por la borda para irme contigo, digo que sí, a cualquier costa.
Significa que eres la única persona que necesito en ese momento, que me has ganado en todo, que te recordaré toda la vida y que te tengo en el Olimpo.

Ahora puedes, vuelve a escucharlo, pero esta vez sabiendo lo que significa:
Te amo.