Las 3 voces de las 3 Marías.

No recordaba nada pero, ahí estaba yo, en un amplio pasillo oscuro, tirado en el suelo y con la vista aún nublada debido a un golpe o a un simple mal despertar.
Al incorporarme, me dí cuenta de que no me encontraba solo, un simple vistazo al alzar la cabeza hacia un extremo del pasillo donde había luz, me hizo percatarme de que había tres formas humanas observándome desde la lejanía. No pude distinguir rostros, pues veía los cuerpos negros debido a la luz.
Comencé a ver con más claridad y, con ello, empecé a escuchar algo. Hubiese jurado que eran voces femeninas, pero no estaba seguro del todo.
Me levanté lentamente y empecé a caminar con cautela, asegurando cada paso y preparado para todo.
Me estaba acercando, así fue como pude confirmar que las voces provenían de esos cuerpos. Esos
tres cuerpos, para ser exactos.
Llegué hacia ellas, confirmé las voces, eran las voces de las 3 Marías, cada una diciendo cosas distintas y convincentes para que me acercase a ella y dejase todo.
Un escalofrío me recorrió la espalda al tiempo que intentaba encontrar razones para decidirme por una; era
la decisión de mi vida.
En un acto casi automático, aparté de mi camino a las 3 Marías y comencé a correr lo poco que quedaba de pasillo y salté de cabeza los brazos en T.
Me dí cuenta tarde de que había una gran caída hacia un lago de agua clara rodeada por montañas, así pues, me quedé preocupado de mirar al agua mientras me acercaba a una muerte o una salvación, mi destino dependía del azar.
Una decisión que ya no dependía de mi. ¿Estaría soñando?