Ella

Así era su naturaleza. Un ser despiadado, pero cariñoso.
Ella, la causante de tantos desamores, de tantos suicidios, de tantas recaídas en el alcohol y en las drogas. Ella, el más grande paraíso; pero el más grande infierno también. Recubierta por un manto de hielo, mirada fría y gesto despreocupado.

Soñar con ver su cara es bonito, pero nunca te hablará en un sueño. De echo, tampoco pronuncia palabra muy a menudo.
Cuando te mira, tu corazón se arregla para volver a romperse por ella. Ella es la cura a todos los males, salvo para el suyo.
Unos cabellos capaces de enamorar de solo un vistazo... sí, así es ella. Un alma que quiere amar, pero termina por vengarse; tal vez, incluso, sea al contrario.

En el fondo, lo único que siente es pena; y ella lo sabe. Pero justo eso le lleva a actuar así: Rabia, cariño, odio, tristeza.
Criatura de las más calurosas noches... da su cariño y lo hace pagar caro. Desnuda con su mirada, intimida con su sonrisa, sus abrazos te hielan, conquista con su voz...

Se bien que es capaz de hacerte llorar sangre, de volverte un ser oscuro. Ese es el precio a pagar por hacerte sentir el auténtico amor. Candelabros y velas han de ser encendidos cuando te pierdas en mitad de una nada oscura, sin encontrarte ni hallar apoyo.