Playlist

viernes, 28 de febrero de 2014

Hamelín

Entro y miro la calefacción, 24º. Curioso, ¿Verdad? Desplazo la mirada y allí está ella, sonriendo con ese toque tan suyo. Ella saluda animada y yo, bueno, no... aparento alegría, saludo, hago un chiste y me quedo mirando sus ojos.

No, no a su pupila, ni a su iris, no... es ese brillo lleno de vitalidad el que me hace mirar, y esa raya de ojos... no sé, pero me atrae con mucha fuerza.

La vista a su boca. Sus labios se abren y se cierran, juraría que lo que sale de ellos me serviría de mucho, pero apenas se lo que sale de ellos. "Estás muy serio" dice de pronto, retengo el impulso de comerle la boca con ganas, con pasión, con rabia, con amor.
Continua todo como si nada e intento aliviarme poniendo pasión en cada muestra que sale de mi; pero nada, lo mío es más grave que eso.

La noche anterior había tenio un sueño muy raro que me había hecho dormir apenas un par de horas. Desperté con serias ganas de ir a la cocina a por un cuchillo y rajarme las venas de muñecas a bíceps, sin pensarlo.

Fin, toca volver a casa, corto el rato, largo lo que me da para pensar.

Me encierro en mi cuarto y empiezo a añorarla, como de costumbre.
Es extraño: cuando no está, la echo de menos pero, cuando estoy de frente a ella, es como si no me importase, como si me diese igual ¿Por qué hoy no?, algo anda jodido dentro, lo se.

En realidad, hay sensaciones que no siento, pero parecen guardarse y salir en los momentos más especiales. Lo que hoy no siento, mañana saldrá con fuerza, en la intimidad.

Pero no tengo más tiempo que perder: tengo que seguir haciendo cosas para ser mejor y ese Kaizen no se va a lograr solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario